Damas y caballeros, tras varios meses, (debido a que soy vaga, básicamente) aquí les presento otra serie de animales raros, extraños, con habilidades alienígenas o simplemente, difíciles de encontrar.
Cariño, ¿por qué has tirado la nécora a la basura? Pues no, aunque a muchos les gustaría, el bicho de la foto no es una nécora, sino que se trata de uno de los muchos tipos de cangrejos gigantes, en concreto, el cangrejo del cocotero. Es el artrópodo más pesado más pesado que se conoce. Si os interesan los cangrejos gigantes, podéis descubrir más sobre ellos y ver algunas fotos de cangrejos araña aquí.
Este bicho, tan mono y a la vez tan inquietante, se llama axolotl o ajolote. Aunque parezca un ser salido de una película de Miyazaki, proviene en realidad de México, donde se comen en forma de caldo para aumentar las defensas. Si no quieres un plato toma siete, decimos por aquí…
Aunque parezca pequeñito y compacto, el tamaño medio del dugongo es de 3 metros de largo y 200 kg. de peso. Está en peligro de extinción, ya que ha sido cazado durante siglos debido al gran valor de su carne y su aceite. A los frikis probablemente les recuerde el Pokémon que se creó a partir del dugongo, Dewgong, aunque en realidad tenían poco que ver el uno con el otro.
La rana de cristal no es literalmente de cristal, aunque seguro que una podría quedar bien en el salón, junto a la porcelana de la abuela. En realidad, la piel translúcida de este anfibio deja al descubierto sus órganos internos, que afortunadamente no son tan feos como los de los humanos.
Este lagarto, aunque tiene pinta de pinchar, en realidad no lo hace. Si un depredador le ataca, es capaz de hinchar las venas de sus ojos para luego defenderse lanzando un chorro de sangre desde el rabillo.
Esta alga… Ah, que no es un alga. Es un caballito de mar que ha aprendido a camuflarse de esta manera tan original, eficaz y, sobre todo, decorativa.
Aquí tenemos al olm, una especie rarísima de anfibio acuático que vive en Italia, Eslovenia, Croacia y Bosnia. Aunque da un poco de miedo por parecer una serpiente y tener una piel que parece humana, es inofensivo y además, ciego. Puede vivir hasta cien años y pasar diez sin comer. Personalmente, he de decir que en foto no son tan desagradables como en persona, ya que durante la visita a unas cuevas eslovenas pude verlos en vivo y en directo. De todas formas, son unos animales bastante aburridos… si os queréis entretener, mejor compraos un perro.
(A modo de curiosidad añadiré que nuestro amigo Von Doom ha bautizado a los olms como seres Ostentosamente Largos, Malparidos y Subnormales).
Esta cosa con pinta de extraterrestre se llama en inglés sea cucumber (pepino de mar) y en español se los conoce por holoturoideos o por el pintoresco nombre de carajos de mar. Y por gracioso que parezca, os aseguro que es un bichejo con el que no querríais meteros: su piel es capaz de absorber el agua de tal manera que se convierten en una masa blanda casi líquida que les permite escurrirse por cualquier parte para volver a solidificarse más tarde. Pero por si esto fuera poco, son capaces de darse la vuelta de dentro a fuera, dejando sus vísceras libres, de manera que sus enemigos se distraigan comiendo las mismas, impregnadas de jugos gástricos tóxicos. Después, como si nada, se limitan a regenerarse.
Si es que la ciencia ficción no ha inventado nada.