Hace unas semanas tuve el privilegio de volver con un grupo de amigos a Salamanca, la ciudad universitaria por excelencia de España. En ella se pueden ver maravillas arquitectónicas, la universidad más antigua del país, bares, pubs y calles llenas de gente abierta y amable sin olvidar la comida a base de tostas, carnes, quesos y embutidos. Si tenéis un paladar exquisito en Salamanca se morirá del gusto y si os gusta empaparos de historia y antigüedad la Plaza Mayor es el mejor punto para empezar: una plaza clásica con cuatro entradas rodeadas de motivos, placas y esculturas con columnas coronadas por todos y cada uno de los Reyes de España (con algún añadido no monárquico un tanto extraño…). A partir de ahí podéis iros a buscar la famosa rana o el astronauta que se esconden entre tanta piedra tallada, perderos por los callejones y aprovechar la costumbre de regalar tapas con las bebidas o descansar hasta que la noche os descubra la mitad de la ciudad que no se puede ver de día.
Sin embargo nada que os escriba aquí servirá para hacerle justicia, así que adelante: entrad y disfrutad de ella, ciudad eterna, ciudad joven.
Buen documento fotográfico!
Los raros son los fulanos disfrazados en plena san josé ahí en primer plano.
¡¡Minipunto para Panchito!! Creo que había una despedida de soltero o dos por la ciudad, porque había varios grupos de hombres y mujeres en diversos y estrafalarios atuendos…