Rodeado de un espejo circular alimento egos propios y ajenos, eterno contemplador de culo y ombligo personal (y transferible) arrincono a la perfección con mi presencia, me río de mi mismo y saco matrícula en exámenes de autoevaluación. Camino por la calle (mí calle) silbándome admirado y aparco en doble fila para no dejarme salir, me cedo los asientos reservados e invito a mi conciencia a dormir.
Uno siempre está encantado de haberse conocido.
♥3♥3♥♥♥♥♥♥♥♥♥♥♥♥♥♥33333♥♥