Gracias a una persona, a la que le debo más de una sonrisa, hoy quiero recordar un antiguo post de Encefalogramas Planos que se convirtió en la que seguramente fue la conversación literaria más intensa que he tenido en un blog, la más sincera. El primero texto, Voces, arranca de mí mismo, de lo que quedaba y lo que me consumió en su momento. El segundo, de la señorita Cassie a la que podéis visitar en Cassie’s Lab, da una vuelta de tuerca increíble a Voces y me golpea la conciencia sin piedad. El último, Ecos, es una mera reflexión, una carrera pausada contra todo lo que odio. Leedlo con calma. De esto sí que puedo decir que estoy orgulloso.
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Voces
Alegría, ansiedad, tristeza, depresión, prisa, amor, cariño… artificios, no son más que artificios. La realidad es la que hay, cruda y fría. El cosquilleo que sientes en el pecho es una vana esperanza de una vida mejor, no es amor. Los ojos de una persona nunca dicen nada, simplemente miran. La boca de esa chica no se torció en una sonrisa cómplice cuando la miraste. Todos los que tienes alrededor son personas como las que ya conociste en su momento, como las que ya te fallaron tantas veces. No son tus amigos, son compañeros de circunstancias, que con el tiempo se irán siguiendo su propio camino y ya no se acordarán de ti. Esa pequeña sensación de amargura que tienes en la boca de la garganta es tu pasado, cazándote, intentando que no te recuperes de la única batalla que le ganaste. Esas uñas que se te clavan en el hombro son los recuerdos que creías borrados, las traiciones, el odio, los engaños. Lo que ahora ves es tan falso y vano como lo que una vez viste. ¿Qué tiene esta vez que los haga especiales? Sabes que tengo razón, ¿no? Lo noto en tus ojos. Has recuperado algo de brillo, pero… Mírate, nunca volverás a ser lo que una vez fuiste. Tus ilusiones están muertas. Tú estás muerto por dentro aunque te disfraces de serenidad. Sigo ahí. Recuerda que sigo ahí, esperando a que flaquees, a que me des la espalda o te olvides de cerrar con llave. Cuando llegue mi momento ya nada será igual, no perderé, utilizado y vencido. Te consumiré hasta los huesos. Seré tú. Seremos uno.
Diario de Gris.
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Conciencia
¿Qué haces ahí? ¿Por qué sonríes?
Creí que te había dejado bastante claro cuál era tu sitio. A veces te empeñas en volar alto, ¿eh?. Muy mal.
¿Me recuerdas, verdad? Soy tu mierda interior, ese asqueroso engrudo negro que burbujea en el fondo de tu alma. Aún estoy aquí. Y quizás sea el momento de que asumas que no me iré nunca.
Mi trabajo es no decirte que todos tienen un fondo oscuro como el tuyo. Conseguir que no te des cuenta, que pienses que eres raro cuando la duda asalta, cuando piensas que nada es de verdad.
A veces juego, y disfruto haciéndote pensar que todo es de papel y se rompe. ¿Y sabes qué? A veces hasta acierto.
Además, últimamente he apostado fuerte y me he llevado varias manos. Es cierto que has robado buenas cartas, pero siempre puedo tirarme un farol. Quitártelas con miedo, con mentiras.
Tu dolor me alimenta.
Y lo más patético de todo es tu esperanza.
Pero te hundiré.
Voy a conseguir que pienses que soy lo único que tienes. Porque al fin y al cabo sabes que soy lo que siempre tendrás, en mayor o menor medida.
Desnudaré tus sueños, los violaré.
Porque en el fondo estoy acojonado y no quiero que despiertes. Que descubras que queda algo de oxígeno entre el gas… Que abras los ojos y veas que todo el puto mundo está siempre un poco triste y tiene miedo de los espejismos reales, y que tú también formas parte de las cosas que otras personas temen no tener.
Que las sonrisas valen lo que valen para aquél que las capta, y si no vuelves a intentar ver esa sonrisa de nuevo dará igual si la primera vez era o no cómplice.
Que de muchos colegas perdidos sacas algunos hermanos de sangre.
Que la vida se pelea y se siguen todas las buenas pistas, porque algunas llevan a un tesoro.
Tengo miedo de que despiertes y dejar de darte miedo. Tengo miedo de que me superes, de que me asumas.
De hacerme pequeño….
…
…despierta…
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Ecos
¿Ya te vas? Espera, por favor, siéntate conmigo. Tomemos una última ronda. Creo que deberías pensarlo… Después de todo lo que he hecho por ti en estos años no irás a dejarme, ¿no? Sabes que me necesitas, bueno, más bien yo te necesito. ¿A quién tendré para contarle mis penas si tú no estás? Yo te amo, ¿no lo entiendes? El amor es así. A veces es dolor, a veces es obligación, a veces sufrimiento… ¿Porqué tienes ese brillo en los ojos? Pareces un niño estúpido, ¿sabes? Llenándote de vida mientras yo me hundo. ¿Crees que tirando conseguirás romper las cuerdas? Quizás si, así que no tires mucho, porque me ha costado años trenzarlas. Sin mi no serías lo que eres ahora. Recapacita: tienes todo bajo control, yo estaré a tu lado cuando lo necesite, yo te cuidaré cuando quiera, yo te amaré cuando me haga falta, yo seré tu amigo cuando me interese… ¿Qué más vas a pedir? ¿Libertad? ¿Complicidad? ¿Sinceridad? La sinceridad es un cáncer, chiquillo, nos corroe desde dentro y nos hace vulnerables a los demás. Usa la mentira como escudo, cúbrete de oscuridad y angustia. Te dará la fuerza que necesitas para sobrevivir. Ah, que no quieres sobrevivir… ¿Quieres vivir, no sobrevivir? No entiendo… Te ofrezco la seguridad que necesitas, ahora no tienes porqué arriesgarte a volar, estás débil, cansado.
¿Ves cómo no es tan malo? A la gangrena que tienes en el corazón te acabarás acostumbrando, pues eso es lo que marcará tu vida y la de todos, la costumbre. ¡Eh, no, espera! Perdona, no quería ofenderte. Pero es la verdad. Yo he crecido en la rutina y en la miseria. Soy el fruto del conformismo, de la rutina, de tu propia mentira. Soy tú y también soy él/ella, soy la parte de vosotros que siempre odiaste y que ocultaste para hacer que todo era perfecto. Soy tu miedo y siempre estaré ahí cuando caigas para alimentarme mientras no te levantes… Salvo que te levantes una y otra vez. Salvo que hayas descubierto que una verdad dolorosa es mejor que una mentira agradable. Salvo que ya no tengas miedo a caerte. Salvo que no quieras más rutina, más por si acasos, más perfección. Salvo que ya sólo te importe ser feliz, sea como sea… Pero eso no va a pasar.
¿Porqué te pasas la mano por la cara? ¿Acaso me estás midiendo?
No te doy miedo, te brillan los ojos, sonríes…¿Porqué me hago pequeño?
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Para el que haya llegado hasta aquí, mirad dentro de vosotros mismos y decidme si en el fondo, no sentisteis esa resaca al menos una vez.
Gracias 🙂
Mu bueno, aunq la tercera parte tarde en identificarla como una continuacion d la segunda en vez d un contrapunto. /congrats
Llega un momento en la vida de toda persona en el que de manera global sus problemas se funden con los de todo el mundo, y todos los escritos o inspiraciones suenan igual.
Porque al fin y al cabo todos salimos de la misma manera y todos morimos igual.
Cuando lees una letra de una canción y te identificas simplemente estás viendo que el letrista se encuentra en el mismo estado mental que tu.
Pero en realidad lo único que te duele es el orgullo, el orgullo porque ves que sigues siendo lo mismo que los demás, da igual lo mucho que ecribas, da igual lo bien o mal que te sientas, porque hay 6 mil millones de personas en el mundo que pasan por lo mismo que tu, y todo se reduce a:
La pirámide de Maslow, mírate en qué escalón estás, pero creo que tanto tu como yo estamos en el cuarto
Hemos superado los problemas fisiológicos, hemos alcanzado cierto grado de seguridad, nuestras necesidades sociales están cubiertas más o menos por nuestras familias, y ahora, en el escalón cuatro buscas estima en forma de confianza en uno mismo o simplemente un reconocimiento.
Pues prepárate amigo, la confianza en uno mismo no se gana escribiendo todo ésto, y yo lo se bien porque me queda poca confianza ya.
Y la estima que te dan en el ciberespacio no te la da una conversación con unos amigos alrededor de una mesa.
No te discuto que como catarsis escribir lo que te pasa va bien, yo lo hago, muy a menudo, pero al final nadie te va a ayudar porque los que te leamos y nos identifiquemos no tenemos la solución.
Bueno, siento el rollo.
Y sí, también estoy de examenes. ¿No es eso lo que te pasa?
Cuidate.
Hay varios apuntes que tengo que hacer a tu comentario.
El más importante: los textos no son de ahora, sino de hace más de un año y medio y el estado mental de cuando los escribí no tenía nada que ver con los exámenes. Habla de una pérdida de confianza, pero no en uno mismo, sino en la gente y de la debilidad interior de ceder a caminos fáciles, preconstruídos.
Yo no escribo para ganar confianza o subir mi autoestima, de hecho aborrezco que me peloteen los textos. Lo que publico es una forma de escupir fuera partes que me sobran o que quiero compartir con algunos de esos 6 mil millones que estén sintiendo o pensando algo parecido, o a los que simplemente les guste leer o pasar un rato divagando por internet.
En una cosa te tengo que dar la razón, la estima que te da el ciberespacio no te la da una conversación con los amigos. Una buena conversación con buenos amigos no se puede comparar a nada que no sea de carne y hueso, es infinitamente mejor.
Como ya te dije, para animarme tengo amigos de sobra, no necesito ganar confianza porque mi entorno y mis actos me la dan y el respeto me lo demuestra quien me conoce, que es lo único que necesito.
Sé que después de las putadas y de atrancarse personal y profesionalmente (incluidos estudios) es difícil no ver el reflejo propio en cada persona en forma de miedos y sombras, pero esa visión no es sincera. Somos humanos, sí, pero tan distintos en los matices…
Yo escribo porque me encanta y lo publico aquí porque me gusta compartirlo. Cada persona que conozco con la capacidad de expresarse y transmitir me enriquece.
Hay cosas que uno hace por el puro placer de hacerlas, porque apasionan y para mí escribir es una de ellas.
Gracias por el comentario, pero en serio, dale una vuelta y léetelo a ti mismo.
PD: Suerte en los exámenes y aprueba, que el empujón te vendrá como dios.
El entorno no te da confianza, te la quita, tanto a nivel personal como general.
Lo de escribir está bien, pero es lo que te dije, lo que tu escribes ya se ha escrito y se volverá a escribir, porque tus problemas son los de todos, lo han sido y lo serán.
Mucho ánimo